Los frenos son elementos de seguridad por lo que su funcionamiento es mucho mas importante que cualquier otro componente en la bicicleta. Es por ello que periodicamente hay que inspecionarlos y comprobar que funcionen adecuadamente.
Aunque las bicicletas mas sencillas continúan equipando frenos en llanta, la tendencia es que estos, poco a poco desaparecerán y el freno de disco será el habitual tanto en bicis de carretera como de montaña. Los frenos de disco son mas eficientes en cuanto a suavidad y sensibilidad pero para ello tienen que estar en muy buen estado ya que de lo contrario, la frenada será mucho peor que un freno de llanta convencional.
Estos son los elementos mas habituales que necesitan mantenimiento en unos frenos de marca shimano:
Otras marcas como Sram utilizan aceite sintético tipo DOT realmente el mantenimiento es el mismo pero hay que recordar que es sumamente importante no mezclar los aceites de freno bajo ningún concepto ya que se pueden degradar las juntas y membranas y dañar permanentemente los frenos.
Cada freno dispone de un procedimiento distinto para el cambio de pastillas pero por norma general, hay que instalar el vaso de purgado o la correspondiente jeringuilla para purgado antes de proceder a abrir los pistones ya que de lo contrario podrían dañarse las membranas de las manetas.
Igualmente hay que tener sumo cuidado con la posible contaminación de las pastillas por contacto con los líquidos de freno.
Los discos de freno son los grandes olvidados del sistema de freno. Aunque hay que cambiarlos cuando su grosor sea inferior a 1.5mm, siempre se apuran hasta que hay serios problemas de ajustes o frenados.
En ocasiones, los desgastes de discos no son uniformes por lo que hay que cambiarlos cuando el grosor disminuya en cualquier zona de su pista de frenado.
En caso de los discos shimano de 3 compuestos tipo sándwich es mas fácil de distinguir los desgastes ya que se aprecia el aluminio interior.